Vivimos a las corridas y dedicamos poco tiempo y energía a actividades que nos permitan bajar un cambio y conectar con actividades más serenas, que alimenten nuestro espírutu y nuestra imaginación. En ese marco, la lectura y el exquisito mundo de los libros es un espacio que, como nunca antes, puede contribuir al bienestar personal y familiar. Aquí, una especialista comparte consejos para estimular en los más chicos las ganas de leer y el placer de sumergirse en una buena historia.
La lectura es el mejor medio para fomentar la capacidad y el desarrollo lingüístico de los niños, ofreciéndole oportunidad de experimentar sensaciones y sentimientos con los que disfrutan, maduran, aprenden. Con los libros ríen, sueñan y viajan a otros mundos; además, comparten momentos gratos en familia reforzando así el vínculo con los padres.
Cuando un niño adquiere el hábito de lectura, obtiene mejores resultados en la escuela, ya que su cerebro se encuentra estimulado, generando efectos positivos sobre la atención, creatividad e imaginación. María José Bíscaro de Ediciones Mawis, editorial con más de treinta años de experiencia en la producción de contenidos para niños y adolescentes, comparte diferentes caminos para acercar los chicos a los libros, desde los primeros años de vida:
* Fomentar el contacto con el libro
Desde el comienzo, la lectura debe ser empleada como una forma más de diversión y no como una obligación. Los libros no deben ser introducidos en el entorno cotidiano del niño sólo cuando empiece la escuela o esté aprendiendo a leer. El contacto debe empezar mucho antes.
Cuando el bebé logre sentarse firme en el suelo o en la cuna, ofrecele libros para que los maneje. Para esto se utilizan libros hechos con tela, cartón e incluso con material plástico; por ejemplo, los libros de baños indicados para el juego a la hora de la higiene.
El secreto, en esta etapa, es hacer que el bebé vea el libro como un juguete más. Al principio, tratá de dar preferencia a los libros ilustrados, con pocas palabras, y aquellos con sonidos que le permiten reconocer imágenes y asociarlas a determinados objetos que le resultan familiares. También acercale libros con texturas para estimular su aprendizaje con todos los sentidos.
* Predicar con el ejemplo
Dentro del ámbito familiar, que es el círculo de mayor estímulo en los primeros años de vida, padres y hermanos mayores son vistos como modelos por los niños, por lo que es importante que ellos puedan ver a los adultos leer, y asociar los momentos de lectura al disfrute personal o compartido.
Poder disponer de un tiempo para realizar una lectura en voz alta junto a los más chicos permitirá generar un hábito de disfrute para padres e hijos.
* La biblioteca lista
Es muy importante que los libros tengan su lugar, ya sea en su habitación o en un espacio de la casa accesible para el niño. Cualquier situación puede actuar como disparador y motivar una consulta. La accesibilidad es un factor de fomento de la lectura que despierta la curiosidad.
* Invitalo a participar de la lectura
Cuando termines de leer una historia, pedile que te cuente lo que pasó con algún personaje, o invitalo a adivinar lo que pasará al final. Aprovechá para hacer comentarios sobre las situaciones buenas y malas, y compará un fragmento de la historia con sus experiencias, haciéndole preguntas como: "¿Qué harías en su lugar?
* Enriquecé su biblioteca
De acuerdo a la edad, los intereses van modificándose. Es importante tener presente ésto, ya que los niños que se expongan a lecturas que no son acordes a su etapa pueden experimentar efectos negativos y desmotivantes a la hora de generar hábitos de lectura.
Cada niño tiene su tiempo de internalización de conceptos. Hay que respetar esos ritmos y no caer en un aprendizaje excesivo, lo que puede generar aburrimiento o frustración en ellos.
Sucede también que, a pesar de realizar muchos esfuerzos a los niños no les guste leer, es importante que esto no sea vivido como una obligación, porque lejos de enamorarse de los libros los terminará odiando. Tenemos que tener en cuenta que existen muchas temáticas o formatos que puedan interesarles, desde los comics hasta las revistas o los chistes. La prioridad es que se acerquen por interés, ya que esto favorecerá el camino para que puedan convertirse en lectores.
Estamos atravesando una época particular donde leer dejo de ser el centro de los hábitos culturales. Por eso es muy importante que este trabajo se comience en casa. La práctica de la lectura favorece la capacidad de los niños de pensar por sí mismos, lo cual hace que puedan imaginar y crear libremente.
Temáticas para cada edad
Desde el nacimiento hasta los 2 años
Es la etapa de mayor desarrollo mental en los niños. En esta etapa son los adultos los que deben leerle a los niños. Deben priorizarse libros con imágenes grandes y llamativas, con textos mínimos y repetitivos para que pueda familiarizarse con las palabras.
Son ideales los libros de plástico, cartón o tela, para que el niño pueda incorporarlos a sus juguetes. Es muy importante la entonación y el ritmo que se utilice para leerles, ya que esto concita su atención.
Temas: colores, tamaños, formas, vida cotidiana (comida-baño-juegos-plazas).
Desde los 2 años hasta los 5
En esta etapa los niños ya distinguen las palabras de los objetos en la lectura. Empieza la asociación de las palabras con la imagen que las representa. Abundancia de ilustraciones.
Temas: cuentos de hadas, animales con comportamientos de niños, personificaciones de elementos de la naturaleza.
Desde los 5 a los 8 años
Se inician en la técnica lectora en la escuela.Utilizan textos cortos escritos en imprenta mayúscula.Recurren permanentemente a las imágenes para constatar que lo que leyeron es lo correcto. Estas ya deben cumplir una función clarificadora, y no son centrales como en etapas anteriores.La escritura tiene que tener un estilo directo.
Temas: princesas, hadas, cuentos clásicos, piratas, fantasía, historias con animales que hablan, ambientes familiares (hogar, escuela, plaza)
Desde los 9 a los 11 años
Desarrollan una mayor autonomía en la lecturaRealizan lecturas compresivas de textos no muy extensos, inclusive sin ilustraciones.
Comienzan a utilizar libros divididos en capítulos.
Desarrollan intereses por temas de mayor realismo. Se interesan por otros géneros: cuentos, novelas, comics, humor. Tipografía grande en imprenta
Temas: cuentos, humor, terror, ciencia ficción, cuentos cortos, cuentos con niños de su edad como personajes principales.
Desde los 12 años
Ampliamente mejorada la competencia lectora. Comienzan a interesarse por cuentos fantásticos, de terror o misterio, animales reales, inventos, ciencia. No se deben dejar dudas sin resolución. Empiezan a buscar lecturas que ayuden a reforzar su personalidad. El inicio de la adolescencia trae consigo la búsqueda de modelos. Tipografías similares a los libros de adultos
Asesoramiento: María José Bíscaro – Profesora especializada en Educación Especial
Fuente Entremujeres
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