Desde la Confederación de la Sociedad Civil, las entidades hacen propuestas para que los legisladores tomen medidas para achicar la fuerte brecha social y para afianzar el funcionamiento del tercer sector.
Son el mejor termómetro social, pero también las encargadas de calmar los incendios de las llamas de la vulnerabilidad. Encargadas de curar las heridas abiertas por la desigualdad social, las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) se ponen al hombro los cuerpos agobiados por la necesidad y los cargan sin importar el cansancio. Pero su labor no se agota ahí: con la idea de darle escala a la premisa de vida digna para todos, el llamado tercer sector también se fue abriendo camino en la formulación y el monitoreo de las políticas públicas.