Educacion
Las propuestas de las OSC son
concretas: que se cumplan efectivamente los días de clases, más y mejor
capacitación docente, una manera efectiva de enseñar y que se aplique la
ley de educación en todo el territorio nacional.
Los números preocupan y hablan por sí solos: 1170
chicos en la Argentina abandonan la escuela secundaria por día; esto se
traduce en un promedio de 49 chicos por hora. Asimismo, los análisis
indican que tenemos un problema por solucionar: 7 de cada 10
adolescentes no pueden resolver un ejercicio simple de matemáticas y 1
de cada 2 no comprende lo que lee. ¿Cómo alcanzar la igualdad de
oportunidades y calidad educativa para todas las escuelas y alumnos del
país? ¿Cuáles son los desafíos que debemos enfrentar para combatir el
déficit educativo?
Frente a esta realidad existe un consenso: es
fundamental que se garanticen los días de clase en las escuelas.
Agustina Cavanagh, directora ejecutiva de Cimientos, sostiene: "Si no
hay clase, no hay escuela, y eso es algo clarísimo. Para ello es
necesario que la infraestructura funcione, que los docentes estén y que
los alumnos también asistan. Es preocupante que los chicos no vayan a la
escuela o que tengan media jornada porque no hay luz o porque faltó un
docente. Es importante generar los incentivos para que en todas las
escuelas pueda haber clases todos los días".
En este sentido, la
especialista señala que la falta de clases todos los días genera una
disrupción que perjudica la periodicidad requerida para un buen
aprendizaje. Además agrega: "Otro tema es qué se enseña y cómo se
enseña. A veces es prioritario lograr la disciplina y para ello se
aplican estrategias que generan acciones de baja intensidad y que no
despiertan desafíos en los alumnos, por ejemplo: chicos sentados
copiando del pizarrón".
Para Manuel Álvarez Trongé, presidente de
Educar 2050, es imprescindible poner el foco en la justicia educativa:
mejores escuelas y mejores docentes para aquellas zonas más necesitadas.
"Esto significa que el gran eje de trabajo para luchar contra el
flagelo de la pobreza -que lleva a la violencia, la droga, etcétera- sea
el mejoramiento de las escuelas de contextos vulnerables."
Cavanagh
cuenta que desde Cimientos hicieron una encuesta a los alumnos sobre
qué significaba para ellos un buen docente. "Por lo general respondían
que era aquel que les explicaba todas las veces lo que ellos
necesitaban, que se interesaba por ellos más allá del aula."
Otra
investigación liderada por Cimientos que surgió al detectar que los
alumnos faltaban a algunas clases y asistían a otras, develó que
generalmente los chicos no faltan nunca a esas clases donde ellos se ven
desafiados.
Es allí donde la capacitación y formación de docentes
y directivos se convierte en una herramienta esencial para construir
aprendizajes significativos. Álvarez Trongé destaca: "Es muy difícil
tener una mejor educación si no tenés mejores docentes, su formación es
clave. Ellos son la llave por la cual vamos a lograr mejores ciudadanos
del futuro", expresa y asegura que "con un buen director te asegurás un
efecto cascada: tener un buen equipo de docentes, impacto en los padres
que forman la comunidad escolar y resultados positivos en los alumnos".
Por
su parte, Cecilia Veleda, investigadora principal del Programa de
Educación de Cippec, sostiene: "Es indispensable repensar los
dispositivos vigentes para acompañar y mejorar la enseñanza. En el corto
plazo es fundamental poner a disposición de todos los docentes un
sistema articulado de materiales de orientación a la enseñanza. Junto
con la regulación y compra masiva de libros de texto, el Ministerio de
Educación de la Nación podría elaborar, articular y poner a disposición
de los docentes un sistema de materiales diversos con sugerencias
concretas para la enseñanza, centrados en los núcleos de aprendizaje
prioritarios".
Para Veleda, los ministerios provinciales podrían
garantizar un acompañamiento técnico cercano e integral a las escuelas
con mayores dificultades, pero aclara que "la mejora no puede generarse
sólo desde los ministerios de Educación, es necesario fortalecer lazos
horizontales en el sistema educativo institucionalizando la cooperación
entre escuelas. Por ejemplo podría propiciarse desde la supervisión
instancias permanentes de intercambio entre directores, o asignarse
recursos para que las escuelas débiles se asocien voluntariamente con
las más fuertes".
La especialista de Cippec también resalta la
importancia de la universalización de las salas de 3 y 4 años comenzando
por los quintiles más necesitados. "Empezar más temprano previene el
fracaso escolar y genera mayores capacidades para el aprendizaje futuro.
Aquí comienza el derecho a la educación y, pese a esto, en la
actualidad, los sectores más pobres reciben una débil contención del
Estado en sus primeros años de vida."
Oportunidad de cambio
En
2006 se sancionó una nueva ley de educación que declara que la
educación es prioridad nacional y se compromete a lograr calidad para
todos e igualdad educativa. Luego de ocho años de su promulgación, sin
embargo, muchos de los 145 artículos no se cumplen satisfactoriamente.
No cumplimos con los 180 días mínimos de clases, ni tampoco -si bien
aumentó la inversión- llegamos con el compromiso de invertir el 6% del
PBI en educación, ni hemos podido implementar la jornada extendida para
el 30% de las escuelas argentinas y tenemos enormes desigualdades
educativas.
Sobre este punto focaliza Álvarez Trongé: "La ley de
financiamiento educativo terminó en 2010. Es razonable aprovechar la
oportunidad de su finalización para tener una nueva ley que discuta un
plan de educación que tenga metas, que cuente con presupuesto y que
tenga un monitoreo, un seguimiento para que se pueda enderezar la
puntería si no se está cumpliendo. Lo más importante es aprovechar la
experiencia de una ley y hacer un plan de educación".
Los expertos
coinciden en que buscar calidad educativa es buscar información.
"Tenemos que tener mejor información de lo que está sucediendo en el
sistema educativo", apunta Álvarez Trongé. Por su parte, Veleda opina:
"Hoy, la política educativa actúa a ciegas, con información incompleta,
desactualizada, desarticulada, recabada en papel y muy poco aprovechada.
Es crucial contar con información integral digitalizada por la escuela
para desarrollar intervenciones presupuestarias, administrativas y
pedagógicas ajustadas a las necesidades específicas de cada institución
para elaborar informes, diagnósticos y sugerir estrategias de mejora".
De
cara a 2015, Álvarez Trongé dice que es imposible cambiar la gestión y
mejorar el sistema educativo si no existe un liderazgo político. "Es
importante aprovechar 2015 que es un año electoral para que el nuevo
presidente de los argentinos mire como prioridad la mejora de la
educación", sostiene.
Para ello hace un llamado al voto a
conciencia porque está convencido de que educar implica mejorar un ser
humano. "Cuando vos vas a votar lo hacés teniendo en cuenta el futuro
del país y, sobre todo, los principales problemas que están en la cabeza
del iceberg: la inseguridad, el desempleo, tu cuestión económica, el
desarrollo futuro. Debajo de todo esto se encuentra la educación,
entonces el ciudadano tiene que levantar la voz en este tema. Como
ciudadanos y como padres tenemos que acompañar al docente, generar una
alianza fuerte, apoyarlos y exigirles. Este acompañamiento no sólo se ve
en la época escolar, sino en el día que votás, por eso esa
responsabilidad ciudadana tiene un enorme desafío y oportunidad este
año."
Desafíos 2015
- Diseño de un nuevo modelo de gestión del sistema
- Nueva ley de financiamiento educativo
- Formación y carrera docente
- Universalización de las salas de 3 y 4 años comenzando por los quintiles más necesitados
- Aumento de los días de clases, las escuelas de jornada extendida y de jornada completa
Por Teresa Zolezzi
| Fundación LA NACION
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